PROPIEDADES MEDICINALES y NUTRICIONALES DE LA LECHUGA
La lechuga (Lactuca sativa L.), es una planta anual
originaria al sur sus orígenes en el sur de Europa y se expandió al resto del
continente durante la época romana. Por lo tanto, se consumía hace ya 2000 años
y también era utilizada como planta medicinal en Egipto, Roma, Persia y otros
lugares. Existen referencias escritas sobre las variedades de lechuga que
utilizaban los romanos, y en Egipto se pueden encontrar grabados de esta
hortaliza en algunos sepulcros del 4.500 a.C.
PRODUCCIÓN MUNDIAL DE LECHUGA
La Lechuga se consume
en todo el mundo, es la verdura de hoja
más extendida del planeta. Tiene un alto valor nutritivo por su riqueza en
vitamina C, sales minerales de rápida absorción y elementos como el hierro.
Esta verdura protagonista de tantas ensaladas es también conocida por sus
propiedades relajantes.
Las hojas de la lechuga van creciendo alrededor del tallo en
forma de roseta y pueden seguir formándose hasta su total expansión (lechuga
romana). En otros casos, se contraen y forman un cogollo (lechugas de cogollo).
A pesar de su similitud, las hojas de lechuga pueden ser diferentes entre
ellas: algunas son lisas, otras dentadas y también existen las hojas
ramificadas.
Desde el punto de vista agrario es una verdura apta para una
climatología fresca. Su ciclo de vida va desde los 60 a los 90 días, ya que a
partir de ahí la planta se vuelve más rugosa y comienza a prepararse para la
floración. Hay que tener en cuenta que, gracias a un clima más templado, este
ciclo se acorta mucho en los meses de verano. En general, la temperatura óptima
de crecimiento es de entre 15ºC y 18ºC. A partir de los 21ºC, las lechugas
tienden a expandir su tallo y se crea una mayor cantidad de látex que resulta
amargo al paladar, lo que supone una pérdida de valor gustativo (FAO 2006).
Posee gran cantidad de agua, el 95%, y solo unas 15
calorías, por lo que es muy adecuada para regímenes de adelgazamiento. Aportan
pocos hidratos de carbono (1,4 g por 100 g) y proteínas (1,5 g por 100 g), y
aún menos cantidad de grasa (0,2 g por 100 g ).
VALOR NUTRICIONAL DE LA LECHUGA
Es saciante.
Siendo en su mayoría celulosa, es fuente de
fibra (1,5 g de fibra por 100 g), por lo
que beneficia a personas que están haciendo dieta y quieren adelgazar y
favorece el adecuado tránsito intestinal.
Posee pequeñas
cantidades de antioxidantes y vitaminas.
Como la provitamina A, vitamina C y ácido
fólico y algo de vitamina B y E.
Reduce las
probabilidades de sufrir ataques cardíacos.
Por contener la provitamina A o beta-caroteno que es un
antioxidante que y aumenta la eficiencia del sistema inmunitario, previniendo
infecciones, sobre todo respiratorias y
puede reducir la probabilidad de contraer algunos tipos de cáncer de piel.
Favorece la visión nocturna.
Ya que en el organismo se transforma en
vitamina A, que también mantiene en buen
estado la piel y las mucosas, Interviene en el desarrollo de los huesos y los
dientes, es necesaria para el correcto desarrollo del sistema nervioso y la
síntesis normal de hormonas sexuales.
Es antiestrés y
antienvejecimiento.
Por contener vitamina C, que or su potente acción antioxidante ayuda a
proteger las células del daño de los radicales libres, contribuyendo así a
evitar el envejecimiento prematuro y favorece el sistema inmune, ayudando en la
prevención de enfermedades infecciosas.
Ayuda a mantener
sanos los cartílagos.
Es necesaria para la síntesis de colágeno, esencial para,
los ligamentos, las paredes de los vasos sanguíneos, los huesos, dientes, piel
y encías. Facilita la asimilación de hierro y es necesaria para metabolizar las
grasas.
Implicada en cicatrización
de las heridas y contención de hemorragias.
La lechuga está implicada en la producción de hormonas. Participa
en la formación de sustancias como la noradrenalina y serotonina, esenciales
para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Previene efectos del
tubo neural en el recién nacido.
Gracias a la presencia de ácido fólico ya que interviene en numerosas reacciones
metabólicas, como la síntesis de DNA a
través de la formación de purinas y pirimidinas y la interconversión de aminoácidos.
Previene alteraciones
digestivas.
El déficit de ácido fólico produce alteraciones en la división
celular y en la síntesis de las proteínas y produce anemia megaloblástica como
la que se observa con la deficiencia de vitamina B12. Su déficit ocasiona
además alteraciones digestivas (estomatitis, diarrea), cutáneas y neurológicas.
Adecuado funcionamiento
del sistema nervioso.
La vitamina B es necesaria para el desarrollo y buen
funcionamiento del sistema nervioso.
Reduce el riesgo de
aterosclerosis y mantiene la fertilidad.
La vitamina E es otro potente antioxidante que protege las membranas celulares y los
glóbulos rojos de la sangre y es cicatrizante. Regula el nivel de colesterol en
sangre,
Aporta Potasio,
hierro, magnesio y calcio.
En cuanto a los minerales, la lechuga contiene pequeñas
cantidades de potasio y hierro, aunque también aporta fósforo, magnesio y
calcio, así como otros oligoelementos (cobre, manganeso, cinc, níquel y
selenio).
Contribuye a la formación
de proteínas para el organismo.
Contiene muchos aminoácidos (alanina, glicina) necesarios
para la formación de las proteínas.
Disminuye del riesgo
de enfermedades cardíacas.
Contiene flavonoides, fundamentalmente quercetina, que tiene
actividad antioxidante, antitrombótica, por lo que disminuye del riesgo de enfermedades
cardíacas, protectora de la mucosa gástrica y anticarcinogénica.
Reduce el colesterol
y protege frente a algunos tipos de cáncer.
La lechuga también aporta pequeñas cantidades de
fitoesteroles como b-sitosterol,
stigmasterol y campesterol, que participan en importantes funciones biológicas
tales como la reducción de los niveles de colesterol, protección frente a
algunos tipos de cáncer, etc.
Las hojas exteriores más verdes son las que tienen mayor
contenido en vitaminas y minerales.
Tiene efectos diuréticos.
Ayuda a eliminar los líquidos retenidos por su efecto
diurético y está indicada en casos de cistitis, cálculos renales,
hipertensión, obesidad, edemas, etc. Ayuda a regular los niveles de
azúcar en sangre.
Posee propiedades
calmantes.
Contiene unas sustancias características entre ellas lactucarium, lactucina y lactucopicrina, que
actúan como calmantes sobre el sistema nervioso, con propiedades suaves como
sedante, analgésico y ansiolítico
moderado que ayuda a dormir mejor, aunque una dosis moderada tiene efectos
ligeramente afrodisíacos.
La lechuga es sin duda la principal protagonista de nuestras
ensaladas, desde la más humilde con aceite y sal, sola o con tomate, a la más
sofisticada. Y es que marida estupendamente con toda clase de ingredientes
culinarios como huevo, pollo, jamón, atún, pasas, piñones, nueces, mango, aguacate, manzana, zanahoria… y hace
de las ensaladas toda una experiencia mezclando hojas de distintas variedades
de lechuga, con canónigos, rúcula , berro, escarola.
La lechuga no es apta para congelar, debido a su gran
contenido en agua, pero nos durará una semana en el frigorífico si la sacamos
de su envoltorio y desechamos las hojas en mal estado.
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